Edad Hyboria.Thulsa Doom: Quiero hablar contigo. ¿Dónde está el ojo de la serpiente? Dice Rexor que se lo diste a una mujer, probablemente por una simple noche de placer. Que pérdida. Las personas no se dan cuenta de lo hacen. Irrumpiste en mi casa, me robaste, asesinaste a mis criados y a mis animales, ¡y eso es lo que mas daño me hace! Mataste a mi serpiente. Thorgrim está fuera de si por el pesar, él crió a esa serpiente desde que nació.
Conan: ¡Tú mastate a mi madre, mataste a mi padre y a toda mi gente! ¡Te llevaste la espada de mi padre!
Thulsa Doom: ¡Ah! Debió de ser cuando era más joven. En otro tiempo muchacho yo buscaba el acero. El acero significaba para mi más que el oro o las joyas.
Conan: El enigma del acero.
Thulsa Doom: Sí, tú sabes lo que es verdad muchacho. ¿Te lo digo? Es lo menos que puedo hacer. El acero no es fuerte muchacho, la carne es más fuerte. Anda mira, allá, en las rocas, esa hermosa muchacha… ven a mi muchacha, ven (la muchacha se suicida lanzándose al vacio) ¡Esto es fuerza muchacho, esto es poder! La fuerza y el poder de la carne.
¿Qué es el acero comparado con la mano que lo maneja? Fíjate en la fuerza de tu cuerpo, el deseo de tu corazón. ¡Eso es lo que te doy! Que lastima. Contempla esto en el árbol del infortunio. Crucificadle.
Conan: Crom, jamás te había rezado antes, no sirvo para ello. Nadie, ni siquiera tú recordarás si fuimos hombres buenos o malos, por qué luchamos o por qué morimos.
No, lo único que importa es que dos se enfrentan a muchos. Eso es lo que importa. ¡El valor te agrada Crom! Concédeme pues una petición: concédeme la venganza. Y si no me escuchas... ¡Vete al infierno!
Valeria: Ni todos los dioses juntos nos separarán. Si yo estuviese muerta y tú luchases por tu vida, volvería de las tinieblas, del abismo del infierno, para luchar a tu lado.
Conaba el Bárbaro.